Todo lo que realmente importa

Todo comenzó el 5 de agosto cuando la mina San José colapsó a causa de la sobre explotación de la misma. A solo 6 meses del terremoto y tsunami la noticia cayó mal a todos los chilenos. Después de 15 días todos pensaban en lo peor y el Gobierno ya había hecho todo su esfuerzo. Era razonable pensar que los mineros estaban perdidos, considerando que estaban a 700 metros bajo tierra. Además un rescate no sería nada simple. Pero Dios tenía otros planes. El día 17 un mensaje que ha aparecido atado con un elástico en una de las barras utilizadas para la perforación decía “Estamos bien, en el refugio los 33”.

A cientos de kilómetros de ahí, un grupo de jóvenes cristianos de la Cruzada Estudiantil para Cristo de Chile fue guiado por Dios a pensar cómo ayudar a estos hombres. Hicieron contacto con las iglesias de la zona y con la hija y el hermano de uno de los tres mineros cristianos atrapados. Luego de un tiempo de preparación y permiso del gobierno, se llevaron 33 dispositivos de audio MP3´s con la dramatización de la película “Jesús” en audio y el Nuevo Testamento de la Biblia.

En respuesta los jóvenes recibieron una carta del minero José Samuel Enríquez, un pastor que ha trabajado en las minas durante 33 años. Según los sicólogos que brindan ayuda a todo el grupo desde la superficie han reconocido en él un gran apoyo emocional y espiritual para el resto de sus compañeros. En esa carta de agradecimientoel pastor Enríquez escribió lo siguiente:

“Quiero agradecer esta tremenda bendición para mí como también para mis compañeros, no me cabe duda que será de mucha edificación para todos. Estoy muy bien porque Cristo vive en mí y en todos los que buscamos su presencia y el alimento de su palabra. Estoy bien porque Cristo vive en mí. Tenemos servicios de oración a las 12:00hs y 6:00 de la tarde cadena de oración por el mundo. Pido que oren, no sólo para la gente de aquí, pero por las almas de todos los que se están perdiendo en el mundo.”

Sin duda Dios se ocupó de ellos durante los 70 días que estuvieron atrapados bajo la superficie. Entre ellos había 3 cristianos y desde afuera Dios utilizó a jóvenes dispuestos a hacer su voluntad. Jesús estuvo con ellos, buscando algo más precioso que el oro y las piedras preciosas, sus vidas.

“En sus manos están las profundidades de la tierra,

y las alturas de los montes son suyas.”

Salmo 95:4