Todo lo que realmente importa

Si una máquina del tiempo se inventara hoy, de seguro todos querrían usarla para viajar al pasado o al futuro. Lastimosamente somos casi siete mil millones en el mundo. Quizá solo nos den una hora a cada uno para usarla. Si tuvieras solo 60 minutos para viajar en el tiempo, ¿dónde irías? ¿qué harías? Aquí hay algunas respuestas:

«Le daría una visita a Hitler el 29 de enero de 1933, a las 2 am. El día antes de ser nombrado canciller… dónde pongo esta bomba?»

Otras respuestas sin embargo son un poco más tristes:

«Voy a ir a mi pasado para hacer algunas cosas de la manera correcta»

«El día en que mi abuela murió, me arrepiento de no decirle lo mucho que significaba para mí».

«Voy a pasar más tiempo con papá…».

«Voy a ir de nuevo al momento antes de que mi papá me dejó … Voy a hacer todo lo posible para salvarlo de la muerte».

Otros responden:

«Recién graduado, y creo que hay mucho que se puede hacer y no hacer. El hecho es que en esos días se puede definir el resto de tu vida».

«Abril de 1996 … Yo me arrebataría de una situación y me pondría en un curso diferente».

Si en esa hora pudieras cambiar el curso de tu vida, entonces también la podrías cambiar en el presente. Y ese es el único recurso que tenemos pues estamos sujetos al tiempo y al espacio. Por el momento no tenemos una máquina del tiempo. Pero eso no puede evitar que le demos un curso diferente de ahora en adelante.